Este libro incide sobre la importancia que tiene el sentido del tacto en nuestra experiencia perceptiva del espacio y en nuestra comprensión del mundo, pero también pretende crear una especie de cortocircuito conceptual entre el sentido dominante de la vista y la modalidad sensorial del tacto, esta última reprimida en la percepción de nuestro entorno.
Junto a la crítica de la hegemonía que ha tenido la visión en la historia de la arquitectura, este estudio reconsidera también la esencia misma de la vista. Todos los sentidos, incluida la vista, son prolongaciones del sentido del tacto; los sentidos son especializaciones del tejido cutáneo, y todas las experiencias sensoriales son modos de tocar. Nuestro contacto con el mundo tiene lugar en la línea limítrofe del yo, a través de partes especializadas de nuestra membrana envolvente.
Indice de contenidos: Prólogo. Hielo fino (Steven Holl) Introducción. Tocar el mundo (Juhani Pallasmaa) Parte primera Visión y conocimiento Crítica al ocularcentrismo El ojo narcisista y nihilista Espacio oral versus espacio visual Arquitectura retiniana y la pérdida de la plasticidad Una arquitectura de imágenes visuales Materialidad y tiempo El rechazo de la ventana de Alberti Una nueva visión y el equilibrio sensorial Parte segunda El cuerpo en el centro Experiencia multisensorial El significado de la sombra Intimidad acústica Silencio, tiempo y soledad Espacios del olfato La forma del tacto El sabor de la piedra Imágenes de músculo y hueso Imágenes de acción Identificación corporal |